el 15 de noviembre del 2020
De qué va
Ocurre en la Cuenca del Donéts, al este de Ucrania, pero en realidad podría suceder en cualquier rincón del planeta. Tras una guerra civil provocada por la anexión de Crimea por parte de Rusia, la miseria, la depravación y el horror se han apoderado de carreteras y pueblos en los que la palabra humanidad ya no significa gran cosa. Militares pederastas, adolescentes que pretenden ver amor en lo que no es más que un secuestro, violaciones y maltrato, todo en un territorio en el que el dinero y los kalashnikov han sustituído cualquier tipo de ley. Cuatro historias independientes vinculadas a esta tierra integran esta devastadora película que hará que odies un poco más a Roman Zozulya.
Nombres propios
La debutante Natalya Vorozhbit adapta su obra de teatro homónima comprimiendo las seis historias originales en cuatro, pero manteniendo la tensión y la dureza del conjunto, reforzada por esa estructura en set pieces independientes, conectadas entre sí únicamente por la deshumanización de unos personajes sometidos a un entorno de post-miseria, que por no tener, no tienen ni nombre. La ausencia de referencias a los motivos y razones de los personajes universalizan otra historia sobre el horror de la guerra, una en la que las bombas resuenan a lo lejos y lo que estalla ante nuestra mirada son la empatía y los afectos. En la retaguardia ya ni hay sociedad, solo supervivientes sobreviviendo, víctimas y verdugos asumiendo sus roles sin rechistar. Y la misericordia, que irrumpe de manera tan fugaz como providencial en la última de las cuatro historias, es poco menos que un milagro obrado por un dios apático que parece haber tirado la toalla.
Te gustará si te gusta
- Una versión más realista pero igual de devastadora de "Saló o los 120 días de Sodoma".
- Los documentales de Sergei Loznitsa, especialmente "Maidan", que completan el contexto que "Bad Roads" elude.
- Cineastas postsoviéticos más crudos que desayunar vodka con cereales, como Kantemir Balagov ("Demasiado cerca") o Andrei Zvyagintsev ("Leviatán").
En un tuit
BAD ROADS (@ZinebiFEST @Filmin) es una película cruda y durísima que retrata cómo ha quedado el este de Ucrania tras la Guerra del Donbás. Una buena oportunidad para entender a quién apoya y financia Roman Zozulya y por qué es un nazi detestable. pic.twitter.com/YAzd118AAs
— Gerard Cassadó ? (@Gerard_ACassado) November 15, 2020