el 15 de marzo del 2021
De qué va
El mundo del audiovisual está complicado: te gradúas y acabas opositando para poner hamburguesas o coges una cámara y grabas catas de queso en Madrid llenas de infantas taradas y cayetanos con la puestada. Franck quiere algo mejor; quizá no ser Spielberg, pero sí usar la cámara para contar la vida en guetos con camellos con más calle que el dermatólogo de Franck Ribéry. Su jefe le manda junto a su cámara a grabar un videoclip con Tony, cantante a tiempo parcial y jefe de la droga a jornada completa. Como era de esperar, Tony frontea menos que Omar Montes y es de los que a la mínima saca la pistola y reparte justicia tributaria a balazos. Franck pasará de hacer videoclips de trap experimental a sobrevivir entre tenderetes, lavadoras que salen volando y guerras de clanes con policías corruptos mirando el VAR para ver qué narco les debe su cuota del mes.
Nombres propios
Episodios de quince minutos, cámara en mano y reciclar la idea de metraje encontrado que tan buenos resultados dio en España con “Rec” y los mil experimentos “transmedia” financiados por Telefónica. Netflix creerá haber inventado la webserie, pero solo llega unos doce años tarde. Entonces, ¿por qué ver “Dealer”? Porque la serie de Ange Basterga y Nicolas Lopez usa todos los trucos del manual para tenerte enganchado y se los sabe de memoria. Sí, no inventa el fuego ni traza un complejo estudio en clave de Bildungsroman o determinismo de la novela picaresca; pero, sorpresa, tampoco embellece la vida criminal ni se recrea con el morbo de estilizar lo underground hasta el punto de hacer metafísica con un gato de escayola. Esto es “Callejeros” sin carga de conciencia social: un audiovisual narcótico que ahonda en la brecha entre nuestra mirada de la realidad y nuestra huida hacia ciertos panópticos tecnológicos.
Te gustará si te gusta
- David Sainz ya lo hizo mejor con “Malviviendo” y, además, ha repetido el éxito con la hilarante “Grasa”.
- “Suburra”, que siempre fue el patito feo de “Gomorra”.
- Usabas tu Nokia 3200 para grabar a esos amigos que vestían de El Niño y tenían motes como “El Papelas” rompiendo ventanas de casas abandonadas para sentirte el más malo de tu bloque.
En un tuit
DEALER perpetúa la inocuidad del metraje encontrado en la actualidad. Netflix descubre las webseries doce años tarde, pero no hay riesgo de que vaya a pique como Quibi.
— Javier Acevedo (@cosmorfismo) March 13, 2021
Tan inocua como visible, tan pendiente de enganchar como de no robarte atención con episodios de 10 minutos. pic.twitter.com/NastcODQ9r