el 26 de febrero del 2019
De qué va
Un día, mientras Anna acude a dejar flores a la tumba de Frantz, su antiguo marido fallecido en la I Guerra Mundial, se encuentra con un joven llamado Adrien. Su bigote y acento francés le delatan, y entre ambos surge una peculiar relación en blanco y negro que crece entre las grietas del trauma y las cicatrices del presente.
Nombres propios
François Ozon dirigió "En la casa", ejercicio metacinematográfico donde había hueco para la discusión sobre literatura y la suplantación de personalidad. También "Bajo la arena", la historia de otro marido desaparecido y otra mujer mirando el horizonte. Es de esos cineastas franceses que desearías odiar para tachar de intensito a tu mejor amigo. Pero no puedes: alguien que se atreve a revisitar una película de Lubistch ("Remordimiento") y sale airoso del envite merece toda la atención del mundo.
Te gustará si te gusta
"Remordimiento", donde Lubitsch demuestra que el cine clásico no es eso que se ve en La 2 mientras esperas que la publicidad de la enésima serie sobre narcos empiece en alguna cadena generalista.
En un tuit
Frantz es todo lo que "Cold War" quiso ser y nunca será. Un francés contra un polaco dirigiendo un film en blanco y negro. Eso es un combate y no los amaños de Mayweather. Además, Adrien tiene un bigote que despista.