el 06 de marzo del 2019
De qué va
Jack Ryan es un analista de la CIA, come pocos donuts y tiene un pasado traumático como veterano de alguna de esas guerras que los estadounidenses necesitan tanto. Su sonrisa a prueba de bombas y el entrenamiento para ser guapo e infalible le llevan a descubrir quién está detrás de una red de financiación terrorista. Jack encuentra a Suleiman, un líder terrorista que no es malo por designio divino de la propaganda occidental, sino que hasta tiene un trasfondo que va más allá del fanatismo religioso. Con la ayuda de James Greer, Jack se propone acabar con una conspiración terrorista mientras Europa es descrita como el patio del colegio de Estados Unidos.
Nombres propios
John Krasinski iba a ser el Capitán América, pero Chris Evans apareció y no le dejó ser ni el Soldado de Invierno. Se redime en esta adaptación de la obra de Tom Clancy, quien ya debe escribir sobre folios hechos con billetes. Tras las cámaras Morten Tyldum ("The Imitation Game") y frente a ellas Wendell Pierce haciendo del Bunk de "The Wire" sin McNulty, y Abbie Cormish.
Te gustará si te gusta
Intenta reinterpretar el blockbuster de acción como han hecho Tom Cruise y Christopher McQuarrie con "Misión Imposible", pero se queda en un ligero gran entretenimiento con menos testosterona – por fortuna – que la buddy film televisiva que es "Strike Back: Project Dawn". No tiene la complejidad moral de "Generation Kill" pero al igual que "Condor" presenta una ambigüedad política nada desestimable.
En un tuit
Terrorismo, analistas de la CIA con six-pack, pánico en las calles de grandes capitales europeas, algo de patriotismo fundamentalista y malos muy malos junto a políticos con más cara que escrúpulos.