el 19 de octubre del 2020
De qué va
Katsu vuelve a su pueblo y todos los lugareños le miran con recelo. Hay algo en su pasado que nunca cuenta y que, por algún motivo, espanta a todos a la vez que marca su huraño y extravagante carácter. Llevando películas al cine local conoce a su dueña, quien desarrolla una peculiar relación con este bicho raro. Pronto Katsu cede a sus filias de las cuales solo existen indicios presentes: es un mirón incómodo de las pasiones de sus vecinos, pero también un misógino violento que no duda en usar a las mujeres para proyectar sobre ellas su frustración. Poco más se sabe de esta dislocada figura que ama el cine porque, en el fondo, todos los habitantes tratan de componer las escenas sueltas que den sentido a la extraña ficción vital de Katsu.
Nombres propios
En los años 70, la industria del cine japonés experimentó una dramática caída en espectadores que motivó el auge del cine doméstico, de producción más casera y mucho más libre y corrosivo. El Roman Porno es una reacción contra el materialismo que inundó el espíritu japonés en los 70, anticipándose al VHS y las lógicas artísticas de videoclub. Un cine sin agenda ni objetivos, corrosivo y heredero del denominado “erotismo raro” y el carnal star-system de cierto oscuro cine japonés de los 50 y 60. Tatsumi Kumashiro es uno de los grandes autores del Roman Porno. Mientras otros autores como Shuji Terayama lograron el reconocimiento de culto con filmes más surrealistas y pazguatos como “Tiremos los libros, salgamos a la calle”, tipos como Kumashiro fueron inclasificables con su erotismo incómodo y voyeurismo tenebrista. “Lovers are Wet” es su mejor película, un incomodísimo retrato de un parafílico sexual y marginado siniestro encarnado prodigiosamente por Tetsu Ôe. Kumashiro deja que la trama se construya a partir de las inconexas interacciones de su protagonista con el pueblo. Se logra así una película que refleja un morbo culpable y un sórdido minimalismo porno que reflexiona sobre la parafilia del cine de una forma que el Tarantino de “Érase una vez en Hollywood” (hay similitudes obvias) no se atrevió a hacer.
Te gustará si te gusta
- Una de las inspiraciones culpables de “Érase una vez en Hollywood”.
- El auténtico “Joker” de los 70, muchos más siniestro que el Travis Bickle de “Taxi Driver”.
- Descubrir el pinku eiga, hermano del Roman Porno, y esa obra maestra que es “Ecstasy of the Angels”, de Kôji Wakamatsu.
- En esto quien escribe se quedará solísimo, pero el cine sórdido y meta de Kumashiro o Yoshitaro Nomura es claro antecedente del “Primer Plano (Close Up)”, de Abbas Kiarostami.
En un tuit
Kumashiro consiguió con 'Lovers are Wet' una de las películas japonesas más inclasificables de los 70. Parafilia del morbo cinéfilo y ejemplo de cine corrosivo sin más agenda que la incomodidad del marginado.
— Javier Acevedo (@cosmorfismo) October 18, 2020
Antecedente sucio y oscuro de la cándida 'Érase una vez en Hollywood' pic.twitter.com/VJZEA1AmxO