el 20 de noviembre del 2020
De qué va
En un mundo del que desconocemos su temporalidad, la Navidad ha sido corrompida. Conseguir que Papá Noel te traiga regalitos la víspera de Nochebuena ya no es lo que era. No basta únicamente con portarse bien y dejar tu carta en el cesto que cuelga de un par de renos de plástico. Ahora todo se gestiona mediante contratos de producción, permisos legales y retribuciones económicas. Y para desgracia de todos, este año Santa Claus no ha conseguido su objetivo: viejo, obeso, con canas y un monto de deudas gigantesco, Fatman (como se le conoce en el pueblo) se ha visto obligado a repartir carbón a la mitad de la población infantil. El problema llega cuando el pequeño Billy, un híbrido de Albert Rivera en los 80 y el Froilán sin mascarilla de la actualidad, narcisista, mimado y untado de dinero hasta las cejas, contrata los servicios de un asesino a sueldo para que se dirija a Alaska a acabar con el hombre que le ha arrebatado de cuajo la magia del invierno.
Nombres propios
Como si de un reverso ficticio se tratase, Fatman tiene mucho de Mel Gibson. Actor controvertido donde los haya, es más conocido por sus polémicas durante las dos últimas décadas que por su trabajo como intérprete y director. Sin embargo, desde que decidió abrazar la decadencia de sus personajes ("Blood Father", "Dragged Across Concrete", etc...) y acomodarse en un cine con cierto aroma a serie B, sus apariciones desfasadas y semi conscientes son un deleite absoluto. En esta sátira sobre la comercialización agresiva camuflada entre anuncios de Hasbro y Mattel, su Santa Claus geriátrico debe esquivar las garras del capitalismo en forma de un asesino a sueldo, interpretado por Walton Goggins, el actor que mejor sabe encarnar a rednecks en la actualidad.
Te gustará si te gusta
- El Mel Gibson cansado y con barba de tres meses. Ese que te partiría la crisma con una botella de vodka si le adelantas en la cola del super.
- Los Santa Claus que infringen la ley, pero que al final del día siguen repartiendo regalitos en chimeneas: "Bad Santa" o "El Grinch".
- Navidades entre restos de metralla y litros de sangre: "Jungla de Cristal".
En un tuit
Si también eres de los que disfruta con el Mel Gibson desquiciado y fuera de control de los últimos años, MATAR A SANTA es la película que necesitas. Un Santa Claus en contra de su propia red de creación: el capitalismo desbocado en épocas navideñas. En @PrimeVideoES. pic.twitter.com/BVDjmgObiN
— Qué Veo En (@QuVeoEn1) November 20, 2020