el 22 de octubre del 2020
De qué va
Son los 80 y Ronald Reagan quiere montarse en el DeLorean de “Regreso al futuro” para llevar a Estados Unidos a un futuro ultraliberal en el que Microsoft patrocine el genocidio que bombardea democracia allende los mares. La Unión Soviética convierte a Lenin en icono pop e inicia la desestanilización con el nuevo gobierno de Gorbachov. La Reaganomía alcanza su éxtasis en los salones de arcade y todos gritan U.S.A esnifando patriotismo. Los Jennings parecen una familia más que regenta su agencia de viajes y prepara ensalada de patatas los domingos. Sin embargo, Phillip y Elizabeth son dos agentes soviéticos durmientes que llevan tanto tiempo infiltrados que hasta ni saben quién es Kruschev. Su matrimonio era una tapadera y ahora es una realidad con dos hijos que sueñan con tener su IBM, no en paraísos socialistas. Phillip quiere desligarse del KGB, pero Elizabeth está decidida a seguir boicoteando la beligerante administración de Reagan. Esto no es Galapagar y justo enfrente vive Stan, agente del FBI: ¿soplarán los Jennings sopa fría en Moscú o acabarán sucumbiendo al Big Mac?
Nombres propios
La Unión Soviética fue la primera civilización moderna que nació y colapsó ante los ojos de una generación, quizá ahí radique todo su atractivo. El imaginario del thriller de espionaje es mítico y abarca desde espías soviéticos pérfidos y agentes del FBI paranoicos hasta grandes movimientos geopolíticos. Todo eso no existe en “The Americans” ya que Joseph Weisberg muestra una antropología interior del espía: las dinámicas diarias, el camuflaje en forma de vida familiar, el trabajo rutinario. Es el thriller de espías que te enseñaría a Putin preparándose un café y no envenenando su paraguas. Una deconstrucción gélida de los mitos del espionaje que mira más al tono conspiranoico de Pakula (“El último testigo”) y el misterio de carpetas color sepia. El formidable Matthew Rhys parece más un oficinista que un espía y la aún mejor Keri Russell es una villana de Bond en alpargatas. Nunca un espía había había sido tan aburrido y formidable a la vez.
Te gustará si te gusta
- Otras series que reiventan la paranoica del espía: siempre quisimos más “Rubicon” y siempre querremos más “Counterpart”.
- Espías haciendo trámites en la sede electrónica: “El espía”, de Billy Ray o “Blackhat: Amenaza en la red”, de Michael Mann.
- El mejor thriller de espionaje desde la década prodigiosa (y paranoica) de los 70 con sus espías y policías: “Marathon Man”, “Los tres días del Cóndor”, “La noche se mueve”, “La conversación” o “Un largo adiós”.
En un tuit
Prime Video recupera 'The Americans' y os doy la brasa porque este sí es el thriller de espionaje definitivo. Es como ver un directo de Twitch del espía ruso que envenena opositores preparándose un té.
— Javier Acevedo (@cosmorfismo) August 31, 2020
Keri Russell y Matthew Rhys son la pareja de espías que huye de traumas 007. pic.twitter.com/r2GAVYe4Wj